El proyecto Amarelante

Nuestra historia

Amarelante Sociedade Cooperativa Galega surge en el año 2013 con un objetivo claro: la recuperación de castañares abandonados para la producción de castaña, apostando por darle un valor añadido a través de productos elaborados. Detrás de esta gran declaración de intenciones estamos Sonia, Óscar, Marcos, Natalia, Félix, Davide, Iria, Lito y Luz, los nueve socios y socias a los que nos llamaron “locos”, “idealistas” o “utópicos” cuando empezamos nuestra particular aventura entre castaños.

Nuestra base de operaciones es Manzaneda, un ayuntamiento que cumplía con todos nuestro nosos requisitos: cientos de castaños “a monte”, una población envejecida que no puede atenderlos y la necesidad urgente de ofrecer alternativas reales de las que vivir (no sobrevivir) en el rural. Porque quizás sí somos un poco idealistas pero estamos convencidos de todo su potencial y de que nuestro proyecto puede ser una herramienta de transformación social que va mucho más allá de recoger castañas. 

Y ahí seguimos… soñando en los soutos (pese a la burocracia, el chancro de los castaños o la avispilla). ¡Apostamos por productos naturales y de calidad!

Un objetivo claro: recuperar los terrenos abandonados para la producción y venta de castañas

Nuestros principios

Amarelante Sociedade Cooperativa se mueve bajo los principios de sustentabilidad ecológica y justicia social, y los dos están representados en las acciones y decisiones de la cooperativa llevadas a cabo a lo largo del tiempo. El hecho de recuperar los terrenos de castaños abandonados es un ejemplo de sustentabilidad ecológica, ya que no solo se reactivó la producción de castañas, sino que se redujo el riesgo de incendios forestales.

Esa sustentabilidad se suma a la justicia social en la lucha por revitalizar el medio rural y hacer de la recogida y producción de castañas una actividad de presente y de futuro. Todo esto en un ayuntamiento como Manzaneda, donde urgen iniciativas que ofrezcan opciones reales para asentar población.

Estos valores sociales, ambientales y culturales se trasladan a los clientes en los productos finales de Amarelante, ya que cada castaña, harina o bica es el resultado de la unión de estos principios durante sus respectivos procesos de elaboración.

El paso a paso del proyecto

Desde Amarelante nos decantamos por el alquiler o cesión de castañares para la puesta en marcha de nuestra cooperativa. Con esto conseguimos poner en producción castaños que llevaban años abandonados y, paralelamente, una acción real y eficaz contra los incendios forestales.

El Souto do Rei, Trabazos, As Regadas… son algunos de “nuestros” castañares.. Conservamos sus nombres porque para nosotros cada uno de estos castaños es mucho más que un número. Son un auténtico patrimonio natural del que nos responsabilizamos en este momento para que puedan llegar hasta futuras generaciones.

Hasta el año 2015, Amarelante fue productora y comercializadora de castaña fresca. A partir de ese año, dimos un paso más e hicimos un esfuerzo de inversión para comenzar el proceso de transformación. Adquirimos la nave y la maquinaria necesaria para poner nuevos productos en el mercado.

El esfuerzo y trabajo de Amarelante recibió en 2015 el Premio á Cooperación otorgado por la Consellería de Traballo e Benestar de la Xunta de Galicia, en la categoría de “Promoción do Cooperativismo”, y el Premio Agader 2019 a las Iniciativas de Desarrollo Rural, en la categoría “Premio á loita contra o abandono e a prol da mobilidade de terras”.

Nuestros productos de castaña amarelante

Actualmente Amarelante tiene en el mercado tres productos de máxima calidad. En primer lugar, castañas secas (conocidas también como pilongas o crocas) y obtenidas en un riguroso proceso en el que se invierten más de 200 horas.

En segundo lugar, destaca la harina de castaña, perfecta tanto para platos dulces como salados. Se elabora sin aditivos ni conservantes, siendo un producto sin gluten.

En tercer lugar, un dulce para los amantes de las castañas. Hablamos de la bica de castaña, elaborada con harina de castaña y que tiene un sabor muy característico.

Cuidando nuestro patrimonio cultural

El compromiso de Amarelante con el medio rural va más allá de una cuestión económica. La parte social y cultural es clave en la cooperativa, organizando de forma recurrente actividades como la visita del Pandigueiro (figura tradicional de la Navidad en el Macizo Central), el Samaín o el Entroido.

Asimismo, la divulgación es fundamental, por lo que la colaboración con otras entidades de la zona como la Universidad, IXP Castaña de Galicia o AGACA, es prioritaria. En este sentido, desde Amarelante organizamos un campo de trabajo medioambiental en el que los universitarios conocieron los terrenos de castaños y su valor cultural, social, ambiental y económico. Por otro lado, Amarelante colaboró en el proyecto “Entre Senlleiras” del CIFP Portovello de Ourense.